Si en el conjunto de los cambios aparecen los primeros, significa que existe una influencia positiva entre los ejercicios o sobre el desplazamiento positivo del efecto del entrenamiento; si aparecen los terceros, significa, que existe una influencia negativa y en consecuencia, un desplazamiento negativo del efecto del entrenamiento.

En el proceso de entrenamiento estos cambios están siempre actuando sobre el atleta. Corresponde al entrenador regular ese efecto, pero siempre pensando que esas contradicciones subsisten, en una unidad contradictoria que genera saltos positivos en el desarrollo del deportista. Por ejemplo, podría preguntarle, si sería correcto desarrollar la técnica en el entrenamiento, en una clase donde realizó ya un gran volumen de resistencia, es decir, utilizar ejercicios técnicos cuando el atleta está muy cansado ?

A cualquier persona que se le realice esta pregunta, sea entrenador, responderá que sería una aberración hacer eso. ¿Que piensa usted? Yo respondería: depende.

Depende de los objetivos de la clase de entrenamiento que se trate. Si la sesión o clase se traza como objetivo de perfeccionar la técnica en estado de cansancio del atleta... tal como ocurre en la competencia, eso podría ser, Pues en una competencia un atleta tiene que, aún estando muy cansado, responder correctamente a los requerimientos técnicos de deporte. Pero no se me ocurriría ese orden en plena preparación general.

Para los entrenadores es muy importante conocer la concecutividad de los distintos ejercicios, sobre todo aquellos que desarrollan preferentemente la rapidez, la fuerza, la resistencia y la influencia de estos ejercicios sobre la efectividad de la enseñanza de la técnica deportiva en el conjunto de ejercicios técnicos del deporte dado.
La clase más efectiva, según Korokov,A.V, resulta aquélla donde se solucionan las tareas del desarrollo de una serie de valencias física y de enseñanza de la técnica.